A través de la historia,
el significado de la estética ha sido diversificado de manera que la sociedad
impone una propia estructura y un modelo de belleza, primando el materialismo y
la superficialidad, esto con el fin de promover y vender una imagen de
perfección.
Se han visto afectados
tanto hombres como mujeres, en mayor proporción el segundo carácter, debido al
afán de entrar en una sociedad y ser aceptada de manera positiva, recurriendo a
vicios que afecten su integridad física y moral, un ejemplo claro de esto es la
anorexia, bulimia, drogas, entre otras, pero esto viene desde tiempos atrás
pues la belleza era considerada tanto natural como de un objeto hecho por el
hombre, si bien no tenía una definición clara y se asociaba generalmente con
otras cualidades: lo bello lo que gusta, lo que resulta grato a la mirada del
espectador, esto lo decía Homero en una de sus obras.
Al ser la estética es
definida como la rama de la filosofía que tiene por objeto el estudio de la
esencia y la percepción de la belleza. Formalmente se le ha definido también
como "ciencia que trata de la belleza de la teoría fundamental y
filosófica del arte.
La estética es la
ciencia que estudia e investiga el origen sistemático del sentimiento puro y su
manifestación, que es el arte, según asienta Kant en su "Crítica del
juicio". Se puede decir que es la ciencia cuyo objeto primordial es la
reflexión sobre los problemas del arte.
Si la Estética es la
reflexión filosófica sobre el arte, uno de sus problemas será el valor que se
contiene en su forma de manifestación cultural y aunque un variado número de
ciencias puedan ocuparse de la obra de arte, sólo la Estética analiza
filosóficamente los valores que en ella están contenidos.
Kant y la estética:
“Para decidir si una
cosa es bella o no lo es, no referimos la representación a un objeto por medio
del entendimiento, sino al sujeto y al sentimiento de placer o de pena por
medio de la imaginación. El juicio del gusto no es, pues, un juicio de
conocimiento; no es por tanto lógico, sino estético, es decir, que el principio
que lo determina es puramente subjetivo.”
“Lo bello es lo que se
representa sin concepto como el objeto de una satisfacción universal”.
El que tiene conciencia
de hallar en alguna cosa una satisfacción desinteresada, no puede empeñarse en
juzgar que la misma cosa debe ser para cada uno el origen de una satisfacción
semejante. Porque como esta satisfacción no está fundada sobre inclinación
alguna del sujeto, sino que el que juzga se siente enteramente libre,
relativamente a la satisfacción que refiere al objeto, no podrá hallar en las
condiciones particulares la verdadera razón que la determinan en sí la
estética.
En conclusión, no se
debe ser esclavo de una sociedad imponente y egoísta donde el concepto de
estética es tan errado como su propia “perfección”.
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